La botella del Viejo Rambo:




Me encontraba en la licorería bebiéndome una cerveza bien fría, ¡HELADA! recuerdo que era una polar light, espumosa, de botella no retornable, era sumamente especial para mi organismo, ya que el calor de ese día me fastidiaba y me agobiaba, pero al paso del tiempo me daba que cuenta de cómo la licorería emborrachaba a mas y a más viejos obsoletos que Vivian del alcohol, la marihuana, los cigarros y los chismes del día a día, sin mencionar la política actual. Cuando me encontraba terminando de beber mi birra helada, entra a la licorería un famoso personaje del barrio, que lo Apodaban “RAMBO”, un viejo jardinero con destreza en la jardinería, famoso por volverse loco cuando pierde una de las habituales partidas de dómino los Domingo, famoso por someter a su esposa con una correa cuando no le sirve su arepa con revoltillo los días de semana y famoso también, por cobrar una pensión e invitar a sus amigos más cercanos a la licorería donde YO me encontraba ese día. Terminando de beber, bote mi botella no retornable, pedí que por favor me vendieran un par de cigarros detallados, prendí el primero con un fosforo “caballo rojo” y me dedique a observar el ambiente, especialmente al viejo RAMBO que había consumido un par de botellas de alcohol antes de venir de compras a su tienda favorita, ”la licorería del barrio”. En medio de la multitud sale un joven de aproximadamente 10 años de edad, jugando de acera en acera, cuando de repente entra rápidamente a la licorería que por supuesto no tiene puertas, (es al aire libre como los pueblos) y tropieza la botella de RAMBO dejándola caer, y en un abrir y cerrar de ojos la botella choca contra el piso como un meteorito en la tierra, el preciado liquido amargo, incoloro y de fuerte olor del Viejo, se esparce sobre todo el cemento pulido de su tienda de alcoholes favorita, el niño impactado por el silencio de varios viejos, se acerca más a RAMBO para disculparse como su madre humildemente le ha enseñado, RAMBO enfurecido le dice con voz fuerte, alta y borracha: -“Esta botella… Me cuesta cobre, dinero hijo. Yo se que te va a Enseñar a comportarte mejor, ¡Algo de disciplina!”. Tras ese grito, mientras botaba la colilla de mi cigarro, el joven de 10 años de edad, siente un escalofrió que lo paraliza totalmente, cuando cierro y abro mis ojos el viejo RAMBO saca un Machete del borde de su cintura como un reflejo y sin poder hacer nada, observe como le da un machetazo en el brazo con toda su fuerza, un llanto aturde a toda la licorería y el viejo RAMBO, replicaba conjuntamente con el dolor del niño: - “Eso pasa por no tener una educación adecuada” cuando me acerco a ver al niño, muchos espectadores fueron a auxiliarlo al hospital del barrio más cercano, cuando voy por el viejo RAMBO ya era demasiado tarde, se había montado en su Chevrolete Monte Carlos y se Había ido temporalmente para no dar declaraciones sobre el suceso de ese día.

Al cabo de 1 mes, el pequeño niño se había recuperado satisfactoriamente pero su vida había sido marcada para siempre psicológicamente, mientras que el viejo RAMBO seguía visitando frecuentemente a la licorería. En un día de esos un amigo mío, me cuenta que estaba comprando una bolsa grande de hielo y mientras que pagaba observaba a el viejo RAMBO cuando se reía a carcajadas por un mal chiste que contó uno de sus colegas, cuando en menos de 1 minuto, 7 impactos de bala perforaron el cuerpo del Viejo RAMBO por la espalda, cayendo abatido por un agresor de 12 años de edad recién cumplidos, dando como rasgo físico predominante una cicatriz muy notable y grande en su brazo izquierdo.